La parlamentaria de Ciudadanos cree que “está empresa que ha podido sobrevivir a la crisis de la construcción, para seguir funcionando debe ser competitiva y para ello tiene que sustituir el combustible actual por neumáticos fuera de uso”
La cementera de Alcalá tiene que garantizar los puestos de trabajo pero también respetar el medio ambiente”, ha defendido la diputada por Sevilla, Marta Escrivá en el seno de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento andaluz. “Para Ciudadanos es fundamental que exista un equilibrio y este proyecto es similar a otros que se han realizado en otras cementeras europeas”.
Ciudadanos propone sustituir el actual combustible utilizado por la fábrica, el pet-cocke, un derivado del petróleo, que tiene un nivel de contaminación similar al del gasoil, por neumáticos en desuso. Escrivá cree que “esta empresa ha podido sobrevivir a la crisis de la construcción, pero para seguir funcionando debe ser competitiva, al igual que lo son el 96% de las cementeras en España”.
“Ciudadanos entiende la preocupación de los vecinos por las emisiones contaminantes”, ha dicho la diputada de la formación naranja, y ha aclarado que “el control ambiental tiene que ser exhaustivo” y que los informes indican que “los neumáticos tienen un poder calorífico similar al pet-coke, están fabricados con caucho natural con lo que descenderían las emisiones de CO2 y de azufre y tienen un bajo contenido en humedad, lo que implicaría un ahorro considerable”.
Escrivá cree que el Ayuntamiento de Alcalá “llevado por la presión vecinal”, ha redactado una normativa que “de forma indirecta pretende bloquear el proyecto que esta empresa necesita para mantener cientos de puestos de trabajo directos”. “Las administraciones tienen que promover la seguridad jurídica, y ante casos como este, en vez de actuar de forma precipitada y sin evaluar las consecuencias, lo que deberíamos es procurar dar la información necesaria para evitar las alarmas sociales innecesarias” ha concluido Escrivá.