El concejal Francisco Moraga ha explicado que “estamos hablando de un riesgo importante para la salud pública y en especial de los más pequeños” y que gracias a este banco de ADN “se podrá localizar a los dueños que dejen las heces de sus perros en las calles y parques de Sevilla”

Moraga rueda

El grupo municipal de Ciudadanos ha anunciado este jueves que presentará una propuesta al próximo pleno que tiene la intención de crear un banco de ADN que permita responsabilizar a los dueños que dejan los excrementos de sus perros en las calles de Sevilla para así “tratar de erradicar este problema de forma definitiva”.

El portavoz adjunto de C’s en el Ayuntamiento, Francisco Moraga, ha informado hoy de que “una de las quejas que más llegan al Ayuntamiento es la referida a la suciedad en nuestros parques y calles por esta razón”, algo que va más allá del negativo impacto visual u olfativo.

Moraga ha declarado que “es frecuente encontrar estos excrementos en zonas infantiles de los parques o en lugares cercanos a colegios o guarderías lo que supone un importante peligro para la salud pública y donde los niños pequeños son el principal grupo de riesgo, ya que pueden resultar parasitados al manipular los mismos”. Y también se ha referido a otros grupos de riesgo como inmunodeprimidos, pacientes sometidos a ciertos tratamientos oncológicos, trasplantados, ancianos y embarazadas, “todos ellos víctimas fáciles de estos parásitos que pueden vivir durante largo tiempo en el medio ambiente”.

Ciudadanos presenta esta propuesta “con el fin de mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de Sevilla”para la puesta en marcha de un nuevo sistema que permitirá sancionar a los dueños de los perros que no recogen los excrementos de los animales y ensucian la ciudad, identificándolos a través del análisis del ADN de los restos, que correrá también a cargo del infractor.

Moraga da el ejemplo de otros ayuntamientos cercanos donde se han puesto en marcha iniciativas similares con éxito, así ha enumerado a Huelva, Cádiz o el caso de Xátiva, en Valencia, donde “tras instaurar el sistema de detección de excrementos por ADN los restos en las calles han disminuido en un 80%”. Y ha finalizado destacando que “con este censo genético también se podrían resolver casos de perros maltratados o abandonados sin microchip que podrían ser identificados o devueltos a sus dueños”.