Este domingo ‘El Mundo’ realizó una completa entrevista a nuestro portavoz en Sevilla, Javier Millán, que puedes volver leer a continuación
Javier Millán (Ceuta, 1969) anda todavía a medias entre la condición de vecino y su nueva ocupación de político. El portavoz municipal de Ciudadanos conoce bien la Administración. Licenciado en Derecho, es funcionario del cuerpo superior de administradores generales de la Junta de Andalucía y experto en resolución extrajudicial de conflictos laborales. Sus oficios como intermediador pueden serle muy útiles en un Ayuntamiento con cinco partidos y un gobierno en minoría.
PREGUNTA.- ¿La política era como la esperaba?
RESPUESTA.- De momento, está siendo mejor de lo que la esperaba. Todavía tengo una sobredosis de ilusión. Sinceramente, me siento un privilegiado porque estoy en un sitio en el que se pueden hacer muchas cosas, y en un contexto político en el que podemos influir para mejorar la situación. Percibimos mucho respeto, y nos ayuda mucho el hecho de que Ciudadanos no despierta rechazo en nadie.
P.- ¿A qué viene Ciudadanos al Ayuntamiento?
R.- A hacer aportaciones para que se puedan emprender negocios con más facilidad, para que se faciliten los trámites, para que haya más transparencia y, sobre todo, para que los ciudadanos consideren a su ayuntamiento una herramienta útil y no como un obstáculo.
Los sevillanos nos van a ver crecer, se nos está sumando gente con muchas ideas, y en las elecciones de 2019 saldremos con mucha más fuerza
P.- ¿Y viene para quedarse y gobernar?
R.- Los sevillanos nos van a ver crecer, se nos está sumando gente con muchas ideas, y en las elecciones de 2019 saldremos con mucha más fuerza. Estoy convencido.
P.- Usted está todavía a medio camino entre el ciudadano de a pie y el político. ¿Qué impresión le ha causado este gran aparato burocrático del Ayuntamiento?
R.- Yo creo que hay que hacer reformas para dotarlo de agilidad. La Administración, en general, está anquilosada. Es una maquinaria muy pesada y muy lenta. Hay inercias que son difíciles de romper, cuellos de botella que impiden el progreso de esta ciudad. A partir de septiembre plantearemos reformas en Urbanismo y Medio Ambiente, pero reformas que tengan efecto en el ciudadano.
P.- ¿Agilización no significa pérdida de garantías? Los controles están para evitar la corrupción…
R.- En la corrupción ha influido, sobre todo, la impunidad que se había asentado en este país. Estamos hablando de otro tema, de suprimir trámites inútiles, de simplificar procedimientos… La corrupción se fomenta con la sensación del ‘no pasa nada’, y eso está cambiando. La ausencia de mayorías aplastantes, la llegada de una mayor conciencia social, están haciendo cambiar las cosas.
P.- Si hubiera dependido de su voto, ¿quién habría sido alcalde? ¿Juan Espadas o Juan Ignacio Zoido?
R.- Lo expresamos con nuestro voto en el pleno de investidura. No nos convencía ninguno de los dos. Estuvimos en conversaciones con ellos, teníamos puntos en común, pero ninguno nos generaba la confianza suficiente. Nosotros votaremos en función de que las propuestas sean o no razonables. Espadas sabe que Ciudadanos siempre va a estar abierto al diálogo. No tenemos mochilas ni servidumbres, tampoco desde el punto de vista interno. Como grupo, somos soberanos para decidir. Así me lo transmitió la dirección nacional.
No tenemos mochilas ni servidumbres, tampoco desde el punto de vista interno. Como grupo, somos soberanos para decidir. Así me lo transmitió la dirección nacional.
P.- Haga balance del primer mes de Juan Espadas en el gobierno.
R.- Tiene muy bonitas palabras, pero sólo eso. No he visto aún la traducción de esas palabras en hechos. Y se le ve condicionado por los apoyos iniciales de Participa e Izquierda Unida, creo que hay un deseo de contentarlos. Pero hay que esperar un poco para valorar.
P.- ¿Cree que el gobierno de Espadas será lo suficientemente estable?
R.- Va a depender de su capacidad de diálogo. Habrá momentos en los que el alcalde se verá en la disyuntiva de apoyarse en dos partidos muy escorados a la izquierda o en los que estamos en la centralidad. En política económica, tendrá que optar por nosotros porque la otra vía, la de la izquierda extrema, no favorece la confianza de los inversores ni la seguridad jurídica.
P.- ¿Hay que hacer el dragado?
R.- Están apareciendo condicionantes que hacen que cada día sea más difícil llevarlo a cabo. Nosotros somos partidarios del dragado, pero no de que haya que hacerlo a toda costa.
P.- ¿Qué haría con Altadis?
R.- Pues mire, me he alegrado de las últimas declaraciones de Espadas y Zoido, porque coinciden con lo que propusimos en la campaña: un centro de innovación y tecnología, por un lado; y servicios públicos. Pero no olvidemos que son hipótesis. Antes, hay que llegar a un acuerdo con una empresa privada que es propietaria de los suelos.
P.- ¿Cómo se suprimen plazas de la zona azul sin que cueste un dineral?
R.- Es relativamente fácil suprimir un tercio de las plazas, es una posibilidad que está en el pliego. Para el resto, hay que negociar con la empresa. Siempre será mejor un mal acuerdo que un buen pleito. Vamos a proponer que de eso se encargue una comisión con todos los partidos y los afectados para que no se den pasos en falso. Hay muchas posibilidades: alterar las zonas, los horarios, las plazas…
P.- ¿Y qué hará con los gorrillas?
R.- La zona azul no es la solución mágica para los gorrillas. En ese tema hay que ir de la mano de la Policía Local.
P.- ¿Es partidario de restringir el tráfico en el centro?
R.- Antes de eso hay que hacer otras muchas cosas: los autobuses de tránsito rápido, mejorar el carril bici, presionar para que la Junta asuma compromisos con el metro… Todo eso, antes de restringir el acceso del tráfico al centro.
A corto plazo, pretendemos que la Diputación se redimensione
P.- ¿Qué hace un político en una institución, la Diputación, que pretende suprimir?
R.- El voto de 48.000 ciudadanos de la provincia nos ha otorgado un puesto en la Diputación, y yo estoy allí para intentar que esa institución sea lo más útil y transparente posible. A corto plazo, pretendemos que la Diputación se redimensione. Es una estructura mastodóntica, muchos de cuyos recursos no están dedicados a generar valor añadido sino a alimentar una estructura política.
P.- Y, después, la suprimirá.
R.- Sí, ése debe ser el objetivo final. Los servicios que prestan las diputaciones pueden asumirlos agrupaciones de municipios o las comunidades autónomas.
P.- Su elección como diputado provincial a punto estuvo de crear un cisma en Ciudadanos. ¿Por qué su empeño?
R.- Es cierto que hubo otro candidato, pero votamos y resulté elegido. Me siento legitimado porque cuento con todos los avales de los concejales de Ciudadanos de la provincia. Creo que lo puedo hacer bien y que estoy capacitado.
P.- ¿Y no fue para asegurarse de que los tres concejales de Sevilla tengan un sueldo público?
R.- Admito que nos ha venido muy bien porque somos un grupo pequeño y necesitamos dedicarnos al 100 por cien, pero ha sido casualidad. Cuando pensamos en que yo fuera a la Diputación, Espadas aún no había hecho pública la organización del pleno municipal.
P.- ¿Cree que hay que reducir la participación de las corporaciones en actos religiosos?
R.- Ciudadanos es un partido laico, pero en Sevilla hay actos religiosos que forman parte de la vida y la cultura de esta ciudad. Vamos a participar en esos actos porque son también institucionales y forman parte de nuestras obligaciones.
(Entrevista: Javier Recio. Fotografía: Esther Lobato)